La fruta chilena se posiciona en los mercados más exigentes del mundo, debido a la excelencia productiva que caracteriza al sector. Cada día, 82 millones de personas alrededor del mundo consumen una fruta local. De acuerdo a cifras de la Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex), las exportaciones de fruta fresca nacional han crecido ocho veces en los últimos 35 años y se aprestan a superar las 2,5 millones de toneladas.

Considerando que en las casi 300 mil hectáreas destinadas al cultivo de frutas que existen en el país, se producen cerca de 5 millones de toneladas, la vocación exportadora de nuestro país es evidente. Más aún, la posición competitiva alcanzada por los productores nacionales requiere de un sistema portuario capaz de gestionar estas delicadas cargas en forma eficiente.

Potencia portuaria

Biobío es la segunda región en exportaciones no mineras del país, en parte gracias al desarrollo de un sistema portuario que en conjunto gestiona anualmente un promedio de 21 millones de toneladas. Desde la década pasada, el Estado impulsa una estrategia de integración y aumento de cargas a través de Mesa Comex. Con todo, los puertos del Biobío aún presentan un importante potencial de crecimiento.

El gerente general de Puerto Coronel, Javier Anwandter Hammersley, explicó por ejemplo que ese terminal “tiene un potencial de crecimiento en torno al 50% de la capacidad instalada. Tenemos espacio ocioso y nuestros muelles tienen ocupación baja, por ende sin mayores inversiones podemos recibir más carga”. Fue más allá, al apuntar que “tenemos el espacio para manejar los contenedores y no es el caso de los puertos de la zona central que tienen espacios estrechos”.

Precisamente, en la industria explican que parte importante del despliegue comercial de los terminales locales atiende el desconocimiento de este cluster portuario en la zona central del país.

Atrayendo frutas

Si atraer cargas de importación al Biobío para atender el consumo local es un desafío, también lo es lograr que las cargas frutícolas salgan al mundo por los puertos de la zona.

La zona comprendida entre Talca y Chillán es un fértil vergel que ha permitido que la producción frutícola crezca y se diversifique. Eso abre opciones para el comercio exterior, alternativa recogida por las autoridades al favorecer la instalación de un centro de inspección frutícola del SAG/USDA (U.S. Department of Agriculture). La unidad ubicada en la comuna de Cabrero, genera la posibilidad para exportar a través de nuevos terminales.

Se suma el efecto del cambio climático que estimula el emplazamiento de cultivos cada vez más australes. El punto de inspección atendería fruta desde Talca al sur, fijando un potencial de atención en 10,5 millones de cajas/año.

Con todo lo anterior, los terminales locales se preparan para aumentar los volúmenes que transfieren, pero no solamente en lo operacional. Martín Fuentes Robles, gerente comercial de Puerto Coronel, explica que “producto de nuestras capacidades, hoy hemos trabajado arduamente en diversificar nuestra matriz y así llegar a distintos tipos de cargas. Para llegar a despachar fruta hemos tenido que desplegar un trabajo bastante intenso, para dar a conocer nuestras capacidades y ventajas. Recientemente participamos en la Feria PMA FruitTrade 2016”.

Por lo mismo, la llegada de fruta hasta Coronel ha sido progresiva. El ejecutivo graficó que desde 2009, su participación en la exportación se ha multiplicado por 25, llegando actualmente a las 150.000 toneladas / año entre arándanos, manzanas, frambuesas, peras y otras variedades.

Hablando de eficiencia

“Hemos avanzado en vincularnos con los productores frutícolas para comprender sus necesidades e incorporarlas a nuestro servicio, pero lo fundamental continúa siendo relevar los ahorros logísticos que podemos aportarles”, resume el gerente comercial de Coronel respecto a la difusión de la zona.

Hasta ahora, la inspección de fruta destinada al mercado estadounidense se realizaba solamente en Teno, al norte de la Región del Maule. Un recinto de similares características en Cabrero abre la opción a que productores de esa zona hacia al sur, puedan certificar sus productos en ese centro.

El terminal coronelino cerró además un importante acuerdo con Frigorífico Pacífico, que permitirá generar un ahorro sustancial en transporte y almacenar la carga resguardando la cadena de frío, que complementa la infraestructura propia del terminal para atender este tipo de carga. Este centro de almacenaje en frío permite recibir más de 34 mil pallets, por lo que las ventajas son evidentes respecto de cercanía y volumen de servicio.

Los distintos actores de la industria han realizado fuertes inversiones en tecnología y promoción para fortalecer la posición competitiva del país en el mercado frutícola. En particular los puertos de Biobío intensifican su trabajo para atraer estas nuevas cargas.

Capacidades de Coronel

Puerto Coronel tiene capacidad para trasferir cargas frutícolas. Ocupa una extensión de 86 hectáreas, contando con un significativo potencial de desarrollo, superficie disponible y capacidad logística. Se agregan las 500 conexiones reefer disponibles que permiten, junto a un sistema de agendamiento en línea del arribo de los contenedores, optimizar los tiempos de gestión de carga.

Posterior a un importante desarrollo en infraestructura en los pasados años, que le permitió aumentar en forma significativa su carga transferida, la compañía orienta su actual plan de inversiones a mejorar la eficiencia y optimizar procesos.